Me regalaste el vuelo.

Lo he ganado todo. Lo he perdido todo. Y si te soy del todo sincero no sabría decirte bien la diferencia, excepto las pautas que hoy sé inútiles y alimentaban el ego y la soberbia. Tú me miras con ojos derrumbados. -Pudimos ser tantas cosas- susurras, no sin razones, en un desánimo que congela el …

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Inocencia musculada

Viajo al momento inadecuado de mis primeros amores. Allí donde la inocencia estaba todavía musculada. Escucho la súbita crecida de un corazón en celo. Inepto todavía en cabalgar el sentimiento o en sortear sin heridas las trampas del cada día. Repaso los rostros que entrenaron mis quereres, como si amar fuera un ejercicio que no …

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Escupitajo furioso

Yo escucho bajo la sombra oscura la voz amoratada de los abandonados, rugiendo incomoda sobre las catedrales como un escupitajo furioso que aterriza en la calva del clero. Apenas hay sotanas a las que la pobreza no les provoque temblores. Apenas hay purpurados a quienes el bien de la plebe les preocupe más que la …

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Esta es la noche de los tiempos

Esta es la noche de los tiempos. Oscura como boca de lobo. Profunda como un cenote que no halla fin en el subsuelo. Negra como el alma de los asesinos. Silenciosa como tu recuerdo deslizándose hacia el olvido. Yo vivo sin luz. En la última estación de la vida. Allí donde el alma tantea su …

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Esta es la última noche que te velo

Esta es la última noche que te velo. Porque el invierno y sus monstruos ya están llamando a nuestra puerta. Toca marchar hacia las tierras altas, allí donde el frío es una cuchilla que degüella y el oxígeno una comodidad que te quema los pulmones. Donde el silencio es el único lenguaje y mi nombre …

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Lúdico el esqueleto

Están los muertos de cabreo. Por tanto desentierro y tanta chochonería política que no les da descanso y solo busca revivir las viejas fobias y rencillas muy de pueblo sin muchas luces. Los hay en las cunetas, los hay en mausoleos, los hay abandonados en fosas precipitadas en lo ignoto de los bosques. Todos embridados …

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Socios en el juego (para Joan)

Yo te recuerdo en las zonas oscuras de la publicidad, allí donde la diversión y el lucro lo prostituían todo, mientras tú y yo, socios en el juego, correteábamos sin penitencia por entre líderes políticos y próceres de renombre. Fingiendo un interés que en nuestro caso no iba ni fue más allá del dinero fácil …

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Yo siempre tuve la suerte del Diablo

Porqué no decirlo? Yo siempre tuve la suerte del Diablo! Y a mí puerta de mentecato se desnudaron las más bellas mujeres de quitar el hipo y enconar la sangre toda en el bastón de mando. Quiénes fueron esos ángeles que entre maquiavelia e inocencia me permitieron tocar todas las teclas de la hermosura, mientras …

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Enemigo mío (para Jair)

Enemigo mío, la tierra, la jungla, sus gentes no son tuyas. Entérate de una vez. Y acéptalo. Son un bien común del planeta entero que dan y, lo más crucial, darán vida y esperanza venidera a las generaciones de pibes chiquitos que hoy te miran como a un gran hombre sin saber qué sos un …

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Llegarás cargada con todos los motivos

Y tú llegarás cargada con todos los motivos. Cabalgando el viento helado que prologa la tormenta. Misteriosa como la camelia roja. Rebelde como el último guerrero Caribe que no se somete a la civilización prostituida. Tan pomposamente bella que nadie dudará un instante ante tu fogosa anatomía. Yo no tendré la hombría de retarte en …

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No te deseo la muerte (para Vladimir)

Yo no te deseo la muerte, aunque como pasa con algunos mal nacidos, desde tus hombros hasta el cielo se alzan pilas interminables de cadáveres de todas las edades y condiciones que te hacen las veces de galones otorgados por la estupidez humana. Escúchame, el mundo jamás volverá a ser imperialista. Las nuevas tecnologías y …

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No huyas (para Francisco)

No huyas. Porque rendirse nunca fue la mejor jugada cuando los tuyos te acorralan. O multitud de almas crecerán huérfanas del buen sentido y de una humildad que ha sido el mejor regalo en siglos. No huyas. Porque el cansancio que te hunde es un sacrificio que debes. Y la frustración una señal evidente de …

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Vivimos en la noche eléctrica

Vivimos en la noche eléctrica. Apago la luz y busco el camino de regreso. Sumergido en el terciopelo de esta oscuridad profunda apenas hago pie en un flotar atolondrado. Soy yo el que deambula sin pudor entre dos mundos, sobornando a Caronte en cada traslado? Bajo la piel sin sustancia de este espectro se esconde …

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La última parada

Esta es la última parada. En uno de esos callejones despoblados, húmedos y oscuros, donde la muerte con voz de cuervo sisea contraseñas a los desheredados. En uno de esos lugares rancios, sucios, apenas transitados, donde el lumpen languidece entre vahos de miseria y grosera desesperanza. Esta es la última parada. Breve, sin pretensiones, cercana …

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Frío acerado

Hace un frío acerado al otro lado de los cristales, como si el Ártico se hubiera diluido y cabalgara a pelo el viento al galope sobre el Atlántico. Puedo ver el jardín balancearse a ritmo de fox-trot y tormenta: sensual la gardenia, flexible el tallo de los claveles, atribuladas las dalias sin noción del ritmo. …

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Bonhomía

Yo le pregunto al Hombre en qué lugar de la noche perdió su bonhomía. Él que fue el verso dulce de la historia. El galán entre las bestias. La luz que iluminaba el girar de las esferas. Le pregunto en qué esquina se le agrió el poema. Cuándo sintió necesidad de empequeñecer el mundo pintándole …

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Ellas rugen

Ellas rugen esta noche la última proclama de deseo. Un alarido desgarrador que acuchilla la jungla metálica con una urgencia que es orden. Yo que nunca tuve que aguardar su benevolencia me sorprendo ante una petición tan explicita como desesperada. Pero quién soy yo para juzgar sus apetitos? Yo que ya no corro cual jovenzuelo …

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Obeliscos entre las brumas

No seré yo quien los desvele. Mayestáticos hasta el miedo. Altísimos como columnas celestes. Aunque presuman de empatía, revestidos de una soberbia legendaria propia de los inmortales y de quien jamás perdió una batalla. Observan como obeliscos entre las brumas. Protegiendo una cólera que si se desata arrasará con todo en un periquete. Yo jamás …

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