Era pequeño como una amapola. Preguntándole en jarras al mundo por la suerte esquiva que se esfumaba tras las esquinas de cada día. Firme como un mojón en medio de la tundra retando a la tempestad con sus pupilas encendidas. Solo, como un emisario huérfano de dioses. Solo, como una capilla desvencijada en la que …
Tú abres puertas
Tú abres puertas a lugares que yo desconozco, como un sereno 2.0 capaz de inventar cancelas donde ayer se levantaban muros. Las gentes a mi alrededor ladran consignas de todos los colores, amedrentando al semejante con su rabia de baba y su intransigencia pacata. Envueltas en banderas que hacen de la humanidad un espacio limitado …
Mono loco
Yo busco un lugar en el suelo donde estirar mi sombra. Agotado ante tanto desacato al talento. Harto de la turba que obedece las consignas de voces mediocres. Cuánto queda hasta que la juventud se derrumbe? Cuánto hasta que en tus ojos se apague el brillo que me ama? La gente vive abducida por placeres …
Ángeles negros
Veo ángeles negros apostados en las esquinas del mundo, aguardando impertérritos el final de los dias. Te veo perfilada en la negrura que invade los jardines, inspirando el aroma a violetas aunque la esperanza haya fenecido. Esperando en la mirada a que mis pupilas horrorizadas busquen tu consuelo. Inmune a las esporas que se reproducen …
Troll torpe (para Donald)
Llegas como un troll torpe derribando a zapatazos los pilares de la tierra. Lanzando exabruptos a derecha e izquierda como si la gente y la empatía no importaran. Y aún así tras de ti se amontonan los desheredados clamando consignas contra los áticos del mundo. Llegas a la fiesta masturbando la zambomba de tu ego …
Tiritando adrenalina
Yo te veo agazapado en la noche bronca que todo lo extermina. Tiritando adrenalina mientras las sombras te cubren como harapos de seda. Desafecto para con la humanidad descarriada. Tuteando a las bestias de burda figura a cuyos colmillos tu piel ya es inmune. En la oquedad del silencio que te envuelve escuchas confundidos el …
Velero
Viajamos las olas del tiempo en un velero de velas henchidas por el vendaval polar. Navegando las profundidades abisales y el dominio letal de las sirenas. Ungidos por la tormenta que retumba en esta noche sin costuras. No hay rincón que no pertenezca a las sombras. No hay emoción que no contenga luz. Trazamos sobre …
Yo soy yo
Yo soy yo. Qué grave fanfarronería! Yo soy tú, yo soy ella, yo soy él, porque sólo desde la comunicación y la empatía se le ungen al mundo las heridas abiertas que supuran. Sólo al combinar los puntos, como en el telar la tela, se crea la línea que deviene en letras, palabras, frases, escritos …
Arcángeles
Escucho la voz atronadora de los arcángeles rugiendo consignas con que alentar la tropa. Blandiendo tizonas en llamas avanzan coléricos por entre los nubarrones de la guerra. Henchidos de luz y de soberbia imputan al hombre por todas sus torpezas en un Apocalipsis que no hallará misericordia. Nunca fueron mansos. Nunca compasivos. Máquinas de luto …
Tú me preguntas
Tú me preguntas por qué escribo. Yo te diría: porque se me acabó la paciencia con el mundo; porque el esputo no es un arma homicida; porque la noche es una meretriz almibarada que me vuelve loco; porque prendí fuego a las razones por las que guardar silencio; porque me caducó el miedo de no …
Tukdam
Silencio. Sólo el ulular del viento helado que rastrea las cumbres en busca de enemigos. Todo sonido es desacato aquí donde reposan sus cadáveres exquisitos. Guiñapos congelados que aún así retienen su grandeza, como si la sabiduría trascendiera de veras el estado de la materia. Los contemplo sentados como lotos, empaquetados en piel de pergamino, …
La bestia
La bestia no tiene marcas que la identifiquen. No hay números ni nombres bajo el cuero cabelludo, ni tatuaje a fuego impreso en la carne a modo de advertencia. No hay pistas ni estigmas que sirvan de guía, ni tiemblan en su presencia los altares. La bestia es plural y no conoce tregua. Se alimenta …
Arándanos y claveles
Te recuerdo enmarcada en una Primavera de arándanos y claveles. Correteando liviana entre flores, con piel como pétalo y mirada de espina. Acongojada por las tormentas que desfibrilaban los paisajes, mientras en poniente el horizonte era un hematoma que se oscurecía. Yo, que debería aguardar la parca en traje de luces, sobrevivo frente al acantilado …
Yo menguo
Yo menguo atrapado en lo abstracto de un beso que se da sin meditar las consecuencias, allí donde la cortesía es carcajada y las fauces se afilan para desgarrar la presa. Yo menguo en la anarquía que todo lo corrompe, en las palabras como cuchillas que en discursos arrogantes nos sobrevuelan como un griterío que …
El lobo
El lobo. Siempre el lobo. Acogiéndose a Sagrado bajo el trueno y el relámpago. Sin mostrar reverencia a la sotana o a la voz queda de los píos. Suspendido entre este mundo y el caos de las esferas, como si la vida no fuera más que anécdota magra a la que hincarle el colmillo cuando …
Llueve
Llueve como si viviéramos bajo el océano. Como si no hubiera consuelo para este cielo de luto. Como si bajo la tromba la vida purgara sus sinsabores y las almas al pairo aprovecharan para hacer la colada. Hoy las calles son ríos como bólidos, acelerando el llanto de las nubes en una carrera veloz frente …
Te conozco
De repente tú te frenas entre miles de guarismos, hastiado de tanto número hueco que te define en los archivos de las naciones. Te conozco. Tú agonizas bajo el dintel del sufrimiento, machacado por furias que nadie reconoce. Y el martilleo sedicioso de tu corazón en carne viva se rebela frente a las huestes de …
Ruido
Escucha. Dime qué queda cuando todo el ruido ha remitido. Cuando las voces que agredían la calma cesan de repente en sus rebuznos. Cuando el desgañitarse de la tormenta se disipa y todo a tu alrededor queda suspendido en un silencio que es mortaja. Yo cierro los párpados con un suspiro, como si la saeta …
Luna torera
Mira esta luna torera contemplarse con arrobo en las aguas plata de un estanque. Relucientes las mejillas como claveles granados al calor de un amante que todo lo concede. Bajo su luz azul y el vívido colorado del deseo la carne se estremece como si fuera inocente. Y el viento cabalga a lomos del hálito …
Te hablo en el duermevela
Te hablo en el duermevela con que te arrulla el otoño, mientras mi sombra deshuesada se desliza fantasmal por tus jardines. Qué sé yo de las caricias del mundo si he vivido enjaezado en malaventura y pensamientos opacos! La noche es un humedal de terciopelo donde el alma danza sin anclajes. Febril como un derviche …
El traje de la noche
Ella, ataviada con el traje sin costuras de la medianoche. Voluptuosa como una amazona proyectada contra la circunferencia de la luna. Misteriosa como un susurro en una habitacion vacía. Distante como el primer latido en el pecho de un moribundo. El hombre me pregunta extrañado porqué las hadas ya no recuerdan su nombre. Y la …
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