Y tú llegarás cargada con todos los motivos. Cabalgando el viento helado que prologa la tormenta. Misteriosa como la camelia roja. Rebelde como el último guerrero Caribe que no se somete a la civilización prostituida. Tan pomposamente bella que nadie dudará un instante ante tu fogosa anatomía. Yo no tendré la hombría de retarte en …
No te deseo la muerte (para Vladimir)
Yo no te deseo la muerte, aunque como pasa con algunos mal nacidos, desde tus hombros hasta el cielo se alzan pilas interminables de cadáveres de todas las edades y condiciones que te hacen las veces de galones otorgados por la estupidez humana. Escúchame, el mundo jamás volverá a ser imperialista. Las nuevas tecnologías y …
No huyas (para Francisco)
No huyas. Porque rendirse nunca fue la mejor jugada cuando los tuyos te acorralan. O multitud de almas crecerán huérfanas del buen sentido y de una humildad que ha sido el mejor regalo en siglos. No huyas. Porque el cansancio que te hunde es un sacrificio que debes. Y la frustración una señal evidente de …
Vivimos en la noche eléctrica
Vivimos en la noche eléctrica. Apago la luz y busco el camino de regreso. Sumergido en el terciopelo de esta oscuridad profunda apenas hago pie en un flotar atolondrado. Soy yo el que deambula sin pudor entre dos mundos, sobornando a Caronte en cada traslado? Bajo la piel sin sustancia de este espectro se esconde …
La última parada
Esta es la última parada. En uno de esos callejones despoblados, húmedos y oscuros, donde la muerte con voz de cuervo sisea contraseñas a los desheredados. En uno de esos lugares rancios, sucios, apenas transitados, donde el lumpen languidece entre vahos de miseria y grosera desesperanza. Esta es la última parada. Breve, sin pretensiones, cercana …
Frío acerado
Hace un frío acerado al otro lado de los cristales, como si el Ártico se hubiera diluido y cabalgara a pelo el viento al galope sobre el Atlántico. Puedo ver el jardín balancearse a ritmo de fox-trot y tormenta: sensual la gardenia, flexible el tallo de los claveles, atribuladas las dalias sin noción del ritmo. …
Bonhomía
Yo le pregunto al Hombre en qué lugar de la noche perdió su bonhomía. Él que fue el verso dulce de la historia. El galán entre las bestias. La luz que iluminaba el girar de las esferas. Le pregunto en qué esquina se le agrió el poema. Cuándo sintió necesidad de empequeñecer el mundo pintándole …
Ellas rugen
Ellas rugen esta noche la última proclama de deseo. Un alarido desgarrador que acuchilla la jungla metálica con una urgencia que es orden. Yo que nunca tuve que aguardar su benevolencia me sorprendo ante una petición tan explicita como desesperada. Pero quién soy yo para juzgar sus apetitos? Yo que ya no corro cual jovenzuelo …
Eones
Este es un viaje de eones, no de una sola vida. La excursión de la cuna al féretro es sólo un episodio. Y yo soy sólo una chispa despistada de un fuego tan lejano que ya no nos calienta sino en la memoria. Solo en un tablero de casillas infinitas. Girando sobre mí mismo alérgico …
Obeliscos entre las brumas
No seré yo quien los desvele. Mayestáticos hasta el miedo. Altísimos como columnas celestes. Aunque presuman de empatía, revestidos de una soberbia legendaria propia de los inmortales y de quien jamás perdió una batalla. Observan como obeliscos entre las brumas. Protegiendo una cólera que si se desata arrasará con todo en un periquete. Yo jamás …
Los lugares oscuros de la mente (para Ino)
Qué sé yo de sufrimiento o de los lugares oscuros de la mente. De familias vacías o pirañas insaciables que devoran tus bolsillos. Qué sé yo de soledades que oprimen hasta que el alma se rinde o de traiciones que te rajan el corazón y los ánimos aunque la sangre no se perciba desde fuera.Qué …
Aún no te han creado
Aún no te han creado. Pero todo apunta a que en algún laboratorio subterráneo una mente sublime dará con el algoritmo definitivo. Será como alumbrar el mundo con una luz nueva. Convertir en obsoleto al Humano. Reventar el libro de las profecías con un diseño capaz de aprender y comprender tan rápido que nuestro propio …
Con mayúsculas
Yo recuerdo tu belleza apoteósica correteando por las junglas salvajes de mi inocencia. Desbocada de deseo y pasiones urgentes que no admiten espera. Yo hice lo posible por cabalgarte sin romperme todos los huesos. Pero aunque mantuve indemne mi estructura, mi corazón quedó quebrado para siempre. Era como contener un tsunami en un vaso de …
He vivido
Repleto de humildad te digo. He viajado encorvado las secretas estrecheces de los túneles de Cu Chi. He surcado boquiabierto las aguas pobladas de Halong Bay. He orado junto a millones de murciélagos en la cueva-templo de Pura Goa Lawah. He transitado bajo la peor de las tormentas en una furgoneta sin luces por las …
El cerebro s la jaula del alma
Tú intervienes en todas las conversaciones con palabras como puñales, desangrando al adversario sin respeto ni empatía. No dialogas, batallas con exabruptos caníbales que todo lo devoran. Porque nada importa excepto tus verdades, inmutables como la sangre en el costado del Mesías. Yo me harté hace eones de los sabelotodo. Entiende esto: La verdad de …
Corazón diminuto
Al final de este callejón parco en esperanzas late apenas audible un corazón diminuto. Cubierto de amargura y pasiones groseras, de promesas falsas y traiciones como facas que te trinchan los adentros, torturado hasta el hastío por seres repugnantes que son tóxicos y degradan la raza. Sobre el andamiaje inestable de esta noche sin luces …
Si me lees
Si me lees puede que busques una razón para tantísima locura. Un camino con algo de luz que sortee la maldición en que se ha convertido cada día. El alivio de unas frases secretas que conjuren tu reflejo real frente al espejo. Si me lees, en la desesperación del momento, quizás pretendas averiguar el peso …
Morir nunca fue un final
Mueres para nacer de nuevo. Para construir alrededor del gen primigenio una nueva máscara que te dé nombre y aspecto. Para alimentar con tu experiencia el hálito original que te mueve, siempre hambriento tras el formidable vómito que expandió todas las cosas. Yo viajo aturdido bajo la luz multicolor de las constelaciones, recopilando saberes con …
A mí me gusta más hablar de la noche que del día
A mí me gusta más hablar de la noche que del día. El día le pertenece a todos. La noche pertenece a cada uno. El día es un oficinista de nueve a cinco y mente cuadriculada. La noche un loco bohemio de cabeza atormentada. La noche te habla de tú, en voz baja, cual madre …
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Gaucho pelotudo
Yo soy la voz ronca de los cafetales bramándole a la yeguada en la bruma calurosa del mediodía.Soy un gaucho pelotudo rejoneando a las bravas bajo un sol incendiario y bochornoso. Compinche de las pibas lascivas de Villa Guate, cuando la noche se vuelve miel y el mate pócima. Y aún así no sé qué …
El género inexacto
Yo soy yo. Tú eres tú. Él el él. Él es ella. Ella es ella. Ella es él. Él y Ella no son ni Ella ni Él. Vivimos juguetones los tiempos del género inexacto. Es liberador. Es original. Es quizás confuso si no comprendes que a la persona nunca la definió su sexo biológico, sino …
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